Desde que terminó la carrera de Biología, Yolanda Giménez Molina (Monóvar, 1987) se ha dedicado en cuerpo y alma a la investigación de Neurobiología, en concreto, en su última investigación, a los «Mecanismos moleculares en neurosecreción» de la Unidad de Neurobiología Molecular y Neuropatología del Instituto de Neurociencias.
Pregunta. ¿Cuándo y cómo surgieron tus inquietudes por la investigación científica?
Respuesta. En mi época de estudiante, cuando estaba en secundaria, me gustaba mucho la biología, además siempre fui la típica alumna que preguntaba por todo. Entonces poco a poco me fui dando cuenta que habían muchas preguntas por resolver, y la investigación era la manera de dar respuesta, entonces pensé que quizás yo podría aportar algo.
P. ¿Por qué te decantaste por la investigación en Neurobiología?
R. Me decanté por esta rama porque me gustaba mucho la biología, pero en concreto el cerebro es una máquina muy compleja de la que sabemos muy poco, y la verdad es que pensaba que yo podría aportar algún granito de arena a conocerla mejor.
P. ¿Qué destacarías de tu investigación doctoral?¿Te sorprendió algo en concreto?
R. De mi investigación doctoral destacaría 2 cosas, primero lo bien que me lo he pasado con cada experimento, es como empezar de cero, y eso me impactó. Y por otro lado, la cantidad de gente que he conocido, no solo de aquí sino internacionalmente.
“No pensaba que iba a crecer tanto a nivel personal”
P. En el mundo real, ¿qué impacto tiene tu investigación?
R. Nuestra investigación se basa en los mecanismos moleculares, en entender la maquinaria que hay en el proceso de la neurosecreción, que al fin y al cabo es la liberación de sustancias químicas para que se comuniquen las neuronas. Nosotros intentamos conocer la base que permite entender la complejidad de niveles superiores en este campo. Entonces, controlar los mecanismos a nivel molecular que controla la liberación de todos esos neurotransmisores es lo que nos permitirá en un futuro poder aplicar este conocimiento para buscar alternativas, por ejemplo a enfermedades tan complejas como el Párkinson.
P. ¿Cómo es el equipo y que aplicaciones tiene las líneas de investigación trabajan?
R. La persona que lidera es el Profesor Catedrático Luis Miguel Gutiérrez de la Universidad Miguel Hernández, el es el investigador principal en Ciencia, luego tenemos a un nivel por debajo, en el postdoc, al Profesor Jose Luis Rodriguez Villanueva, que ha hecho su doctorado y sigue investigando y enseñando a los alumnos predoctorales. También, alguien fundamental es la técnico de investigación Mar Francés, quien nos ayuda en la tareas más prácticas y en la puesta a punto de los experimentos. Y por último estoy yo, la alumna predoctoral, la persona que se está formando para ser algún día doctora y poder seguir investigando.
P. ¿Cuál fue tu impresión al momento de conocer que era el galardonada con el Premio “Profesora Amparo Estepa’’?
R. Mucha satisfacción, porque el camino de investigación no es nada fácil, te tiene que apasionar lo que haces, pero si que es verdad que este camino te da muchas alegrías y si encima te recompensan por todo tu trabajo, es un orgullo.
P. ¿Cuáles son las principales trabas con las que se encuentran los investigadores en España?
R. La traba principal es conseguir financiación, es uno de los puntos más difíciles porque investigar no es barato, se necesita no solo el gasto de personal, de material, de mantenimiento de animales, muchas inversiones a nivel de reactivos… Eso es la parte que no se conoce, es difícil encontrar un buen proyecto para después continuar con una buena investigación. Además, en España, en complicado mantener un cierto retorno, hay investigadores que se van fuera para seguir creciendo, investigando y aprender cosas para traer al país, y el proceso de retorno es bastante complicado.
P. ¿Cuáles son tus retos y perspectivas futuras?
R. Mi proyecto es seguir disfrutando de y con la ciencia y biología que es lo que me apasiona.
P. ¿Qué consejo le darías a los estudiantes universitarios que estén planteándose investigar?
R. Que no se lo planteen, que lo hagan. Porque es un camino muy apasionante y que da muchas alegrías y muchas recompensas personales y además te hace crecer mucho intelectualmente y como persona.