El doctor en Ciencias Químicas y catedrático de Fisiología Ángel Nadal, imparte clases de la asignatura de Metabolismo y Nutrición Molecular, en el Máster de Biotecnología y Bioingeniería en la Universidad Miguel Hernández de Elche (UMH) . Lleva casi toda la vida dedicado a la ciencia, sobre todo a la endocrinología. Su equipo es pionero en la investigación de los disruptores endocrinos (contaminantes ambientales) como posibles causantes de la diabetes tipo 2. Se han reconocido sus méritos a lo largo de su trayectoria investigadora en el campo de la diabetes, a nivel nacional e internacional.
Pregunta. ¿Cree que encontrarán una cura para la diabetes?
Respuesta. Creo que sí. Confío en la medicina regenerativa para los diabéticos tipo 1. La cura vendrá por parte de las células madre que se puedan transformar en células beta, y en el trasplante de estas en las personas diabéticas. Esto tardará unos años en llegar, pero estoy seguro de que será la forma de curar la diabetes tipo 1. También puede ayudar a la hora de curar la diabetes tipo 2, sin embargo, aquí la prevención es muy importante, ya que gran parte se genera por la obesidad, la mala alimentación, la falta de ejercicio y el medio ambiente.
P. ¿En qué momento se encuentra ahora su investigación?
R. Tenemos varias líneas de investigación y el objetivo global es entender cómo se produce la diabetes, sobre todo la diabetes tipo 2. De esta manera, si conocemos los factores de riesgo y la forma en la que estos afectan a nuestro organismo podremos intentar prevenir que aparezca o retrasar todo lo posible su aparición.
“Hay que educar a los jóvenes y a los niños a comer más sano”
P. En algunos países se plantea subir el impuesto en refrescos y comida basura. ¿Cree que sería una buena forma de prevenir la obesidad y la diabetes tipo 2?
R. Estoy totalmente de acuerdo. Aquí en España tenemos un 13,8% de personas diabéticas y prácticamente el 70% es por sobrepeso y obesidad. Por lo tanto, la nutrición juega un papel fundamental en que al final los pacientes acaben teniendo diabetes. Así que me parece adecuado que se suban estos impuestos, pero, además, hay que educar a los jóvenes y a los niños a comer más sano y a realizar ejercicio.
P. Acaba de recibir el premio Alberto Sols por su trayectoria como investigador. Como científico, ¿se siente apoyado por el gobierno?
R. Siempre hemos estado apoyados económicamente por el gobierno, pero eso no quiere decir que uno esté contento con la situación actual. Creo que la financiación es escasa para todos los grupos en España si la comparamos con otros países de la Unión Europea. Los últimos recortes han afectado a todos los grupos y al nuestro también. Pertenecemos a una red de excelencia de equipos que trabajamos sobre diabetes en toda España, se llama Ciber de Diabetes y Enfermedades Metabólicas Asociadas (CIBERDEM). De ahí recibimos anualmente una importante cantidad de dinero para financiar estas investigaciones. Además, también contamos con financiación del plan nacional de investigación del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad y del programa Prometeo de la Generalitat Valenciana.
P. Durante la celebración del centenario de la Sociedad de Endocrinología de EEUU se ha destacado su aportación al campo de la endocrinología. ¿Está satisfecho con sus logros?
R. Estoy satisfecho con lo que he obtenido, pero también quiero conseguir más cosas. Nunca paro de trabajar, de pensar, de intentar hacer más, y no tanto por el beneficio personal, como por el bien de la sociedad. Desde hace años trabajamos en una línea de investigación sobre los disruptores endocrinos. Son unos compuestos químicos a los que todos estamos expuestos que, entre otros michos efectos adversos, alteran el funcionamiento de la célula responsable de la secreción y producción de insulina, lo que puede aumentar la predisposición a la diabetes. Además de abordar la parte científica, en nuestro grupo trasladamos los resultados a la sociedad. Para mí, esto es prioritario. En este momento coordino el grupo asesor sobre disruptores endocrinos (EDC-AG) de la “Endocrine Society”, la mayor sociedad científica de Endocrinología a nivel mundial, que proporciona asesoramiento sobre la repercusión de estos contaminantes ambientales a diferentes organismos internacionales Comisión (Europea, Naciones Unidas OMS…).
P. Lleva muchos años dedicándose a este campo de investigación. ¿Alguna vez se ha planteado cambiarlo?
R. Dentro de la diabetes he trabajado con diferentes proyectos. Un científico nunca hace lo mismo, o no debería hacerlo y este no ha sido mi caso. Hice la tesis doctoral trabajando con la célula beta pancreática, pero mi aproximación a lo que hice en mi tesis doctoral no era la diabetes en sí, me interesaban los mecanismos moleculares que hacían que la célula beta pudiera funcionar detectando la glucosa en la sangre y secretando la insulina. Después me fui a Inglaterra, y allí trabajé en neurociencia, con nada relacionado con el páncreas o la diabetes. Fue al volver a la UMH cuando comencé a trabajar en diabetes porque me interesaba más que la neurociencia y había un entorno muy favorable para ello.
P. También fue profesor de fisiología en Londres. ¿Nunca pensó en volver a dar clase y continuar con su investigación fuera de España?
R. Es algo que imagino que todo el mundo se plantea si tiene la oportunidad. Viví en Inglaterra y estuve muy contento allí. Alguna vez me lo he vuelto a plantear, aunque nunca he estado mal aquí. He podido hacer todo lo que he querido, el problema se ha notado en los últimos años con los recortes económicos y el hecho de estar en una universidad pequeña, lo que te puede poner un techo de cristal a la hora de hacer más cosas. Soy consciente de que en algún país del norte de Europa o en EEUU podría hacer más proyectos de los que estoy haciendo aquí.
“Un científico nunca hace lo mismo, o no debería hacerlo y este no ha sido mi caso”
P. ¿Qué les diría a los jóvenes científicos que no ven futuro dentro de España?
R. Entiendo que no vean el futuro ahora mismo, es difícil de ver. No obstante, la ciencia es internacional, se puede hacer en España, Inglaterra o cualquier otro país. Uno tiene que ir buscando su sitio, formarse bien y buscar las oportunidades para realizar el proyecto que desea. Es cierto que ahora parece que no hay salidas en este país, no hay todas las que debería haber, pero sí hay oportunidades. Soy optimista y espero que en los próximos años esto cambie y que tengamos más estabilidad en la ciencia, por parte del gobierno, para que nuestros buenos científicos puedan volver. En el caso de la UMH, hay excelentes estudiantes que deberíamos poder mantener aquí en España, y no permitir el lujo de perderlos.
Vía: http://www.umhsapiens.com/